“ chiste: llega un tipo a un bar con su jirafa, se sientan en la barra y piden dos whiskis dobles. Después de dos horas el hombre se levanta, paga y se va, El cantinero le dice: -¡oye!, no puedes dejar esto aquí. El hombre responde: ¿qué hay de malo en ello? Es solo una jirafa. Fin. ..................................................... lo sabía, tu tampoco tienes sentido del humor”
Comienza el espectáculo, imaginando las partes más privadas de tu anatomía mientras me empino otra botella de tequila, sí, una más. Ya me di cuenta de que me gusta sufrir, ya me di cuenta de que el problema soy yo, siempre lo he sido y nunca lo había sabido o querido ver, pero ya entendí el mensaje, lo juro. Esto viene a consecuencia de querer salvar lo insalvable, de querer rescatar lo que ya no tiene el mínimo de sentido común, por querer que siempre las cosas funcionen de la mejor manera posible, pero ya no, ¡no lo hago más! Me repito dentro de la cabeza cuando me quiere nacer ese extraño bicho llamado “buena vibra”. Hoy lo intenté por una última vez, solo para ver si recibía alguna respuesta, mande algunos mensajes y en lugar de darme un poco de esperanza y paciencia solo me devolvieron un golpe directo al hígado, solo me demostraron lo que ya estaba escrito, mensajes escritos a la nada, al vacío mismo de la locura y la languidez. Hoy me di cuenta de que las cosas cambian, ¿hoy me di cuenta?, se supone que en teoría eso ya lo sabía desde hace mucho pero a veces tendemos a equivocarnos en nuestras propias teorías. Hoy me di cuenta de que vivimos en una oscuridad indescifrable y envolvente, llega de la nada y tan gradualmente que no nos percatamos de ello, se viene como en un fade in, poco a poco y cuando menos lo pensamos la tenemos metida hasta las narices, después ya no hay nada, solo silencio, solo desconcierto y confusión, ¿cuándo cambiaron las cosas? ¿cuándo cambié y cuándo cambiaron todos?, solo silencio, desconcierto y confusión, pero nada más. Hoy me di cuenta de que sigo solo, tan solo como la luna, mudo y enmoheciéndome de un sentimiento verde y viscoso, mis piernas ya no responden como antes, creo que me estoy poniendo viejo. Hoy me di cuenta de que tengo que regresar a mi rincón del olvido, he decidido que es lo mejor para mi y para muchos, tengo un tabaco apuntándome a la cabeza cual si fuera un revolver mientras me veo en el espejo y me digo: “regresarás a tu rincón y a la soledad que tanto odias, a partir de hoy vas a comer soledad, vas a soñarla, vas a respirar y vas a vestir tu soledad a cada momento, a cada puto minuto, hasta que la quieras, hasta que no puedas vivir sin ella y más aún, hasta que aprendas a amarla” Será que somos los despreciados, los últimos, ¡aquí estamos!, somos el corazón olvidado de quienes alguna vez prometieron nunca irse, somos la rebeldía insurrecta de los que prometieron estar, bajo el juramento predilecto de una cerveza en la mano derecha. Hoy quizá recibí la lección más importante de la vida, quizá fue la última lección, la lección de que solo cuento conmigo y hasta eso no podría asegurarlo, a veces hay minutos en que ni siquiera me tengo, hay momentos en que yo tampoco estoy. La “palabra de honor” no tiene valor alguno, el compromiso es tan solo una mala pasada del destino, es una burla en nuestras narices, simplemente no existe porque no somos capaces de cumplir con lo que decimos un día anterior y lo peor es que no es nuestra culpa, es simplemente la naturaleza del ser humano. Esperaría que no te asuste este instante de sinceridad pero creo que eso es demasiado esperar, la soledad fue tan sombría que no nos dejo encontrar una naturaleza divina. Hoy me di cuenta de que debí nacer en un día gris, creo que ese día nunca paró y de a poco comienzo a enojarme por ello, de a poco comienzo a ver que esos sueños prometidos en revistas de papel couche no son más que burlas baratas, la felicidad no existe, hoy me di cuenta de estoy bastante encabronado por ello. Despierto en un domingo cualquiera, me dirijo hacia mi casa caminando por la banqueta, el sol no hace más que joderme la vista, demasiado iluminado pero no calienta un carajo, el contraley suena por los audífonos mientras me imagino ser un misionero del pubis y del placer, ayer sacaron a las chivas de la liguilla y no solo eso, sino que las humillaron, supongo que eso también influye en el mal carácter que me cargo en la mochila, hoy todo está del carajo, ayer también lo estuvo y lo peor es que así estará mañana, bueno, quizá este peor pero al menos hay buen clima... °-° siempre he tenido mal sentido del humor. Y todo bien, es simplemente que me he fastidiado de tratar que las cosas coincidan en un todo, estoy cansado de esto, estoy cansado de hacer el trabajo que se supone es del destino, pero que lo hace mal, estoy cansado de correr, estoy cansado de escribir, estoy cansado de beber, hoy estoy realmente cansado, fastidiado, colérico. Sigo caminando por las avenidas, la cancha me espera en la tarde y a veces pienso que esa es mi única ilusión, después de tanto tiempo sigo jugando aunque la rodilla derecha ya no puede más, cada día está peor, esta molida y de vez en cuando no me deja dormir, pero no dejaré de jugar, es el único vicio que no cambio por nada. Y de repente ahí esta, un tipo amargo que no paraba de hincharme las bolas, simplemente no paraba de joder que su equipo había sacado al mío mientras le gritaba ¡que te jodan tio, que te hagan mierda cabrón! Creo que debo controlar mis emociones, pero no, ya me cansé de controlar, si todo se ha de ir a la mierda pues que se vaya de una puta vez. Pensándolo creo que lo mejor es volver al principio, dicen que cuando uno ha perdido el camino lo que se debe hacer es regresar a dónde se comenzó, es decir, creo que debo volver a los lugares de videojuegos y a los bares, a los pubs y a vagar por las noches en las calles esperando encontrar a alguien que nunca llegará. El hecho de estar cabreado nada tiene que ver con mi supuesto pesimismo, que no es ser pesimista, simplemente digo lo que veo y lo apuntalo pero el abuelo dice que no debo pasar quejándome, solamente hacerlo saber en el momento oportuno. Estoy putrefacto de buenos sentimientos y buenas cosas que no me sirven para nada, creo que me estanqué en una hermandad que llegó a su final desde hace mucho tiempo, somos pocos los que creemos en que todo se puede cambiar, en que la suerte está a nuestro favor aunque pase un taxi y nos moje con el charco de agua puerca que hay a un costado de la vereda. Desde que regresé vi todo de una forma distinta, diferente, ya no es como antes, ya todos andan en otras cosas, ya no encuentro a la gente que quiero ni mis lugares preferidos, será que solo eran preferidos cuando estaba con esa gente, o quizá simplemente es otra bromita pendeja del destino incoherente. La gente, mi gente, ya anda en “otras ondas”, ¡ya actualízate hermano! Me digo al espejo con mi cara de imbécil que siempre me hace reír por las mañanas, pero no sé que es estar actualizado, no sé que es estar en otras ondas, quizá es estar ilocalizable, quizá es perder el tiempo en otros intereses que nada tengan que ver con los demás, mantenerse al margen de un movimiento imaginario que creemos es innovador, pueden ser muchas cosas pero si es lo que pienso entonces no me costará mucho trabajo, es hora de tomar “otras ondas” Hoy entendí el mensaje, tenías razón después de todo abuelo, antes eran más chéveres. |