Gracias por todo, ese carnal Zen...
"Si ríes el mundo reirá contigo,
si lloras, llorarás solo"
La cuenta regresiva ha comenzado y yo nuevamente aquí, aventándome un trago. Tirado en mi recámara como suelo hacerlo todos los viernes antes de salir a ninguna parte, unas chelas nunca están de más para un buen sabor de boca mientras en el fondo suenan el Recodo y los Cardenales de Nuevo León, eso si es vida. Mi cabeza empieza a mal viajarse y empieza el recorrido, es cierto, ya me queda poco tiempo aquí y trato de disfrutarlo a mi manera, disfruto mis libros, mis películas, mis discos y sobre todo disfruto a mis amigos. Es triste que uno tenga que buscar tan lejos lo que le han negado en su propio sitio, negado o robado que para el caso es lo mismo pero ese no es el asunto, lo hecho ya no tiene remedio y hay que seguir. Desde hace unos días se me ha dado por ponerme nostálgico y eso que aún no me he ido, ya comienzo a extrañar muchas cosas y no encuentro el momento en que todo se complicó tanto, no se suponía que debía ser así pero por fortuna o por desgracia así es. Más mi nostalgia no ha sido fortuita, esta se la debo a muchas personas pero sobre todo a un cabrón que yo sé leerá esto. El muy cojonudo este me ha escrito algo que no tiene nombre, simplemente es insoslayable a mis sentidos, son cosas que no pasan de largo y que te marcan. Abuelo, sos un hijo de puta eh. Seguramente habrá mucha gente que ni se acuerda de mi, y otras personas a las que les haré mucha falta en mi corta o larga ausencia, pero a partir de la semana pasada descubrí que si alguien me va a extrañar, si alguien tiene las agallas suficientes para demostrarlo es ese señor, el abuelo es el indicado. ¿de dónde nació esta cofradía? ¿cuándo surgió esta complicidad? La verdad no lo sé como no sé muchas cosas, simplemente son cosas que llegan y se dan, conozco los factores pero no el origen. Es cierto que a veces lo considero injusto en cuestiones que solo nosotros dos conocemos, a veces no lo entiendo o de plano me identifico con su causa a la perfección. Quizá sea como usted dice, solo necesitamos un Play Station y algunas películas porno para estar bien al menos con nosotros mismos, puede ser que solo necesitemos rompernos la madre en el Smack Down o en el Tekken pero para nuestra fortuna compartimos más que eso. Nuestro gusto por el cine, por la literatura, el gusto compartido por la mujer y el dolor que este causa, somos masoquistas de nuestro propio destino, delineadores que marcan el encanto sobre las bondades por el alcohol y las desveladas. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que de este singular sujeto he recibido algunos de los conocimientos más grandes, algunas palabras me han cambiado la vida y la visión que tengo de esta. Carajo, en estos momentos no queda más que agradecer todo lo que me ha dado, todo lo que le he aprendido y todo lo que me ha aguantado. Todo hay que decirlo. Quizá nunca coincidamos en sus teorías sobre el Star Wars y El Señor de los anillos, quizá siempre sigas defendiendo a Batman mientras yo siga siendo su detractor, es un hecho que nunca llegaremos a un acuerdo entre lo que opinas del Negro Iñarritu y lo que digo yo, jamás estaremos del mismo lado cuando hablemos del Spuki Pérez o Spanki o como le digan a ese pendejo y está más que claro que nunca me vas a prestar tu disco de éxitos de Michael Bolton, yo sé que te late pero está bien si no lo quieres reconocer, la cuestión amigo mío es que eso es lo que nos hace ser carnales, jamás te va a latir el corazón como a mi cuando escuchemos una rolota del Bon Jovi pero siempre estaremos unidos al escuchar a los norteños, siempre sentiremos lo mismo al escuchar el Radio tucan, somos del mismo bando cuando escuchemos el Untouchable o cuando aconsejemos al Chinansky, nunca opinaremos lo mismo sobre el cine tarantinesco pero ahí estaremos en cada película de Kurosawa o de Takashi Miike, ahora ya estamos más cercanos en nuestras opiniones de la venganza gracias a Chon Wook Park y su Old Boy pero finalmente nos hemos dado cuenta de que sencillamente somos hombres mortales y no somos tan distintos, después de todo. Usted seguirá siendo un mamón con su sistema operativo Mac Os Panther o no sé que madres, mientras yo sigo con mi humilde Windows 98, ya lo veo en un futuro con su iPhoto traída desde la tierra de los mayas mientras yo sigo con mi camarita descompuesta por el agua, usted seguirá con sus cuentos que me hacen pensar demasiado y yo seguiré con mis ensayos y mis poemas, pero al final tenemos una cuenta pendiente, tenemos una trilogía de cortometrajes por hacer envueltos entre tragos de pulque, risas y llantos. Aún tenemos rolas por escuchar, discos que compartir y chelas con las cuales brindar, usted con su mezcal y yo con mi caguama, como buenos borrachos que somos, aun nos quedan escritos y platicas, aún tenemos que debatir sobre el yeyo (jajaja ese wey nos cambió la vida eh) pero sobre todo y desde acá o desde cualquier rincón del planeta donde me encuentre, aún tenemos consejos y pláticas budistas al menos hasta que aprendamos a perdonar, quizá nunca lo hagamos pero ya puedo decir que, con mucho trabajo, lo estoy intentando abuelo y creo que nunca me habría planteado esa posibilidad de no haber sido por usted. Por todo eso y por muchas otras cosas más, no me queda más que decir: “Nasdrobia ijo”
Desde el Otro lado de la Pantalla, Tu Carnal en el Mundo. Giallo... Agosto 2005.
nos vemos en la Red. |