En un momento vago de lucidez Comprendo mucho y a la vez nada, Me quedo con mis libros de cabecera Y este par de ojos muertos por el escarnio Del mundo muerto, infeliz y escurridizo. Vislumbro rayos de cordura en mis lejanías. Comprendo que no solo quien nos odia Y no solo el que nos envidia nos limita y oprime, Quien nos ama o dice hacerlo Ejerce a mayor fuerza el subyugo del poder. Me quedo entonces con mis manos que no paran, Con estos pequeños instantes en mi mente, Donde llevo clavada tu risa, tu llanto, tu miedo. Que los Dioses me concedan La fría libertad de las costumbres sin nada. Pues quien quiere poco, lo tiene todo; Pero quien quiere nada goza de la libertad verdadera. Quien no tiene y no desea, siendo hombre, Es igual a los Dioses.
3:22 am. Madrugada perdida de Agosto 2005. Giallo...
Aunque creo que nunca me llegaré a conocer por completo supongo que soy una persona sencilla, siempre le ando buscando el lado humano a las cosas aunque hay personas que creen que soy hermético, me gusta mantenerme a la expectativa de todo, creo que la vida es una aventura y no me gustaría vivirla siguiendo un mapa, mi filosofía es que en la vida te tienes que divertir, lucho a cada día por ser una persona auténtica, algunas de mis grandes fallas es que soy un orgulloso declarado y por demás rencoroso, no olvido fácilmente. Me encanta la libertad y soy amante de los momentos elaborados gracias a la virtud de una cerveza, soy algo extremista, aprendiz de todo y víctima del entorno, antihéroe despeinado y siempre con ojos de taciturno aunque sean las seis de la tarde, defensor de las causas perdidas e insaciable buscador de un mundo perfecto aunque sé que nunca he de encontrar, pensándolo bien creo que soy una persona muy compleja pero entretenida... si, creo que así soy.