Crecí aquí. En este mundo lleno de caminos cerrados, pero, ¿quién en su sana condición, en su entero juicio puede crecer sólo, a merced de fantasmas de luz, de historias que antes no tenían sentido pero que el miedo las hizo realidad? Porque la gente que vive aquí, en mi mundo, ha conocido a sus héroes y han perdido el sueño por sus monstruos, y ha visto como amanece siempre gracias a que alguien pudo cortarle la cabeza al gigante que quería tapar para siempre el sol y dejar que los hombres murieran de frío. Pero yo dije en voz alta lo que todos callaban metidos en sus casas, yo dije que yo veía pasar el tiempo y que creía en todos los cuentos porque me hacía feliz, porque creer en las palabras era creer en la tierra, pero cuando creemos no hay piso, ni tierra, ni árboles, porque todo está vivo y se junta y se convierte en todo lo demás. ¿quién en su sana condición, en su entero juicio, ha soportado las visiones que llegan con el sueño? ¿quién ha podido hacer el día sin pensar en que todo se parece a lo que soñamos? ¿qué es en realidad lo que soñamos? Nadie puede, porque nadie está en su sana condición, en su entero juicio. Callar nuestras visiones es el desastre que hunde al mundo y humilla a los que dicen, a los que toman las riendas del camino y lo siguen hasta perderse y no vuelven jamás de su delirio de horizontes. Me han llevado arrastrando hasta encerrarme a la cordura del que quiere comer, me han arrastrado mientras de mi boca escurría saliva por el dolor que me causaba el encierro y la estrechez de las paredes y las personas. Pero ahora que escapo del encierro se me viene encima uno mayor. Paredes más grandes y más duras que las de este mundo no se hayan en el peor de los encierros. Y mientras todos ven no sé que mundo, yo veo en el trance oscuro de mi visión un agujero del tamaño de mis ojos por el que entra la luz, la luz que hace aquí todas las sombras que me confunden y allá, todas las mañanas de claridad que me esperan después de esta pesadilla de subsuelo en la que vivo. Oscuro. Escribir es un buen pretexto para beber, quizá sea lo contrario, beber sea un buen pretexto para escribir, pero he comprobado que esstas dos acciones siempre van de la mano o al menos deberían, de ser así he encontrado una gran verdad, la coherencia y la fragilidad de la inspiración se encuentran cuando uno se desconecta de la realidad... Escrito en alguna noche previa al viaje incierto. Julio 2005. Giallo...
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