 cuando ya no estemos
Anda,
quítate el vestido
las flores y las trampas,
ponte la desnuda
violencia que recatas
y ven a mis brazos,
dejemos los datos,
seamos un cuerpo enamorado...
Anoche estaba escuchando algún disco de Piazzola, el tango es triste en verdad, está hecho para hacerte sentir miserable en los tiempos de derrota. La primera vez que escuché ese disco fue con Luciana, después de haber salido a comprar pan o facturas como ella le llama. Alguna vez leí un artículo acerca de la nostalgia que nos causa la música. El artículo decía algo así como: “oigo a los Beatles con cierto miedo, porque siento que me voy a acordar de ellos toda mi vida.” Anoche comprendí a lo que se refiere este tipo. Es justo lo que me pasa a mi siempre. No me sucede con los Beatles pero sí con mi música, los músicos que van marcando mi vida. Aute, Piazzola, Manu, LFC, Guns and Roses, Calamaro, The Doors, Bersuit entre otros, muchos otros.
Traigo enterrada una canción de la Bersuit por ejemplo. Se me quedó desde que Lu me llamó un día, era mi cumpleaños, me cantó esa canción como regalo y dijo esta canción es para vos. En ese momento pensé lo mismo que pienso cada que me tomo una foto memorable con alguien. Cuando ya no estemos escucharé la canción... cuando ya no estemos miraré nuestra foto... y voy a sentir dolor, porque recordaré este momento que no volverá jamás. Porque recordaré cuando estábamos. Soy trágico, lo soy porque me he vuelto experto en anticipar pérdidas y ensayar despedidas. Siempre con una canción.
Y claro, hace unas semanas pasó lo que tenía que pasar, lo que auguré desde hace mucho tiempo. Lu y yo hemos decido dejarlo. La vida dio muchas vueltas y nos llevó por caminos diferentes. Sonó el teléfono y era su misma voz, pero esta vez no tenía una canción para regalarme, solo un tatuaje con una despedida forzada y creo que todo lo que es forzado siempre es doloroso. Y efectivamente recordé la canción y miré por última vez nuestras fotografías, fue doloroso y triste darse cuenta de que el destino solo nos jugó una mala pasada. (Nada es para siempre). Lu se fue pero la canción de la Bersuit se vino conmigo y cada vez que escucho esa canción aparecen esos días y vuelvo a sentir el dolor.
Hoy no sé en donde se encuentre y yo mientras me tomo un café y me fumo otro cigarro, escucho mi música con cierto miedo y más cuando estoy acompañado, trato de no mirar mi álbum fotográfico y de descubrir los montes de su mapa, la concupiscencia de su alma, pero de momento no hay más que días grises, lluvias nocturnas y la sabiduría de que cada noche son más tristes las canciones de amor.
No me gusta esperar pero igual te espero. Giallo I. Julio 2006... |
es el efecto que producen esas rolas...
saludos compadre! gracias por preocuparse por este humilde bloguero... se le agradece ; )