Me levanto a las diez de la mañana y preparo un desayuno nutritivo, consiste en un par de empanadas y un vaso de leche, con eso espero aguantar hasta la comida. Limpio un poco la cocina para matar tiempo mientras que Rita se asoma por la ventana para pedirme el desayuno. Todo pinta para un día tranquilo y he dejado de ser Jona el afligido para convertirme en Jona el viajero. Pongo un disco de La renga y salgo al patio para limpiar los restos del asado antes de que esto se llene de gatos. Salgo a la calle, solitaria como siempre desde que llegué, me dirijo a tomar el tren y el sol del medio día empieza a joderme, paro en un Cyber para revisar el mail y me entretengo platicando con Diana, el abuelo y Consuelo, les platico de lo mucho o poco que hay por acá aunque a mi ya se me hace más rudimentario que novedoso, quizá ya me estoy acostumbrando. Después de un rato subo al tren para bajarme hasta la terminal, es decir, en el centro de Buenos Aires. El paisaje cambia poco, hay más gente y más edificios viejos y tristes, los colectivos abarrotan las calles y por un momento me siento como en casa, empiezo a sospechar que me he hecho adicto al ruido y al tráfico de automóviles. Es entonces cuando decido caminar para conocer rincones de la ciudad que aún desconozco y poco a poco me voy internando entre calles frías y llenas de comercios, los aparadores futboleros acaparan mi atención y los ojos se me quieren salir al ver tantas cosas que podría comprarme, para mi es la locura, es como estar en un sueño. Me detengo en la esquina y me compro una Quilmes de lata, me siento en una banca en la plaza de la facultad de medicina y disfruto de mi cerveza viendo pasar a las mujeres más guapas que mis ojos hayan visto antes, mujeres que deambulan en un desfile infinito de bellas figuras y que pronto se van uniendo a mi olvido. Sigo caminando por la avenida Córdoba y Úrsula me viene a la memoria, me hubiera gustado recorrer estas calles con ella que también merece estar aquí. La tarde va cubriendo las calles y el viento se torna frío, gélido, el sol ya no hace más efecto y el hambre empieza a golpearme el estómago, es momento de buscar algo de comida porque hoy no tengo ganas de cocinar, ahora entiendo a mi madre en su labor de cocinera, es difícil estar en la cocina los siete días de la semana. Me aviento un choripán y otra cerveza, después de todo hay que aprovechar el buen precio pues quien sabe dónde encontraré cervezas por cuatro varos. Es cuando se aparece otra mujer para atenderme, para no variar también es muy guapa y el gafete con su nombre me hace gracia, me saca una tímida sonrisa pues dada mi situación me parece irónico, será que el Thruman me siguió hasta acá o será solamente mi paranoia. Salgo para seguir caminando de regreso a la estación del tren, habré caminado por lo menos unas 25 cuadras y fue una buena tarde a pesar de todo, por momentos dejé de pensar en casa y en todo lo que deje para ver lo que tengo en frente, compró algunos discos de regreso y espero un poco en la estación para abordar el tren que aún no ha llegado, más chicas guapas en los andenes, la verdad es que he comprobado que la canción de la Bersuit tiene toda la razón al asegurar que aquí están las mejores minas del mundo, por desgracia no soy ningún adonis y en ese sentido yo seguiré pasando desapercibido. Lo único bueno de este tren es que aquí si puedo ir bebiendo chela y mejor aún, hay vendedores que suben ofreciendo las latas por solo dos varos, eso en méxico es inimaginable pero por si eso fuera poco, también está permitido fumar dentro de los vagones y me refiero a que se puede fumar de todo, así que enciendo mi cigarrillo de los sueños y destapo mi última lata de cerveza, soy todo un adicto y vicioso, que le voy a hacer. Voy mirando el paisaje nocturno que me ofrece la ciudad, calles olvidadas pasan como una vieja película fugaz, algunas leyendas en los muros y paredes carcomidas por el tiempo, muchas historias diferentes pasando frente a mis ojos, cuanta verdad, cuanta mentira y cuantas palabras. A lo lejos se escucha una canción que me ha marcado en estos días, también tiene algo que ver conmigo: ¿en qué lugar habrá consuelo para mi locura? ¿esta agonía con que se cura? Si el final es en donde partí. Llegó a mi destino y aún tengo que caminar las últimas calles para llegar a casa, mi nueva casa que no es mía pero que con el tiempo ya la siento propia abro la puerta y no hay nadie, como de costumbre, supongo que en un rato más llegará Hernán con las chelas de última hora, las últimas por hoy y después de un rato mientras pasan el de River – Corintians las sospechas se confirman, ahí está el negro con las chelas en la mano. Así es como termina mi día, así es como termina el Miércoles por aquí, no me queda más que dormir con mis pensamientos y esperar el nuevo día, no sé que haré mañana pero ya algo se me ocurrirá. Seguramente me tocará estar solo, solo como nunca, solo como siempre. Por cierto, el nombre de la chica del choripán es paradójico, que se llama “SOLEDAD”. ¿no les parece irónico?...
Es difícil escribir sobre buenos aires cuando aún no lo conozco del todo pero si algo hay de cierto en esta ciudad es que en una palabra se podría describir, es un lugar TRISTE. La mayoría de las calles son viejas, antiguas, pareciera que han estado ahí acaso mil años. El clima a veces ayuda un poco pero estos días ha imperado el tono grisáceo, nunca pensé que diría esto pero tantos días nublados ya me cansaron. La ciudad, la gente, los lugares se ven menos tristes cuando aparece el sol aunque igual hace frío, el aire tiene cierto tono gélido y a las cinco de la tarde ya hay que ponerse alguna sudadera o campera como aquí la llaman. No me gusta estar en casa, estoy solo y por lo general no hay nada que hacer, el barrio es muy solitario, no hay gente en las calles, ni siquiera autos estacionados, lo cierto es que extraño mis calles llenas de gente, de ruido y de autos estacionados fuera de mi banqueta. Aquí hay que empezar desde cero, nunca pensé en lo difícil que es viajar solo hacia un rumbo desconocido y con gente desconocida, que me tratan bien pero igual son desconocidos. Es hora de formar una nueva historia con todos estos nuevos personajes que no son pocos y que son, además, muy variados. El desastre con los camiones de acá es mucho y no me animo a tomar uno para salir, el problema es que son muchas rutas y cada ruta se subdivide en cinco rutas diferentes, demasiados camiones para mi entendimiento. El tren es otro problema, hay que saber distinguir entre lo que es el tren que para en cada estación y el que para solo en las terminales, en una de esas y te pasas de un extremo de la ciudad a otro y sin darte cuenta. La gente parece quedada en el olvido, en una sonrisa que ya no recuerdan, midiendo la sombra de sus pasos, todos parecen sacados de una película retro, con abrigos viejos y gastados, con la nostalgia bien marcada en los rostros erguidos con el tiempo, parcos de una sonrisa apenas esbozada. Extraño a los mexicanos (otra cosa que nunca pensé que podría decir) que siempre andan en medio de los albures, la fiesta y las prisas. Me he visto en la necesidad de aprender a cocinar, ya puedo preparar carne al horno con especias, ensalada de papas con jitomate y algunos trucos para economizar, estoy en el proceso de aprender a lavar la ropa, me estoy convirtiendo en todo un amo de casa, tengo que salir a hacer las compras de la semana y darle de comer a la gata que es mi única compañía por las noches. Es sábado y estoy metido aquí escribiendo no sé que cosas para aminorar la soledad y matar el tiempo, en estos momentos podría estar en casa del chino jugando play o simplemente viendo la televisión, alguna película o algo, pero no, ¿querías esto no cabroncito? Pues ahora te chingas. Estoy aquí con rita, hoy tampoco vino nadie a casa y Luciana no vendrá hasta mañana en la tarde, hoy salí a comer en la calle, ya estaba harto de esperar aquí encerrado, ¿esperar? No sé que espero. La cosa es que salí, utilicé el tren y por fortuna no me perdí, bajé en Morón, una localidad cerca de la casa que está dedicada a los comercios, es como ir al centro, me comí unos panchos y me detuve a descansar en una pequeña plaza parecida a Coyoacán pero en pequeño, había algulnos grupos de rock tocando al aire libre y muchas minas muy pero muy guapas, veo una iglesia a lo lejos y se me ocurre tomarle unas fotos como todo buen turista, en ese momento se para delante de mi un sujeto delgado y de mi altura, me pregunta de dónde vengo y comienza a hacerme la plática, el muy vivo me quiere vender un librito improvisado acerca de la drogadicción y el catolicismo, que putada, pero lo que me causó gracia fue que utilizó el mismo argumento que aparece en la película de Kung Fusión, me dijo –te he estado observando, tienes un carisma re bueno che, es por eso que te quiero dar este librisho por solo diez pesos, y eso por tratarse de vos, porque me caiste bien, sos un pibe tranqui- y yo pensé, pero tu crees que soy idiota o que, pero no se lo dije, seguí haciéndole al juego y así empezó, haciéndome preguntas de las diferencias entre países y esas cosas, de repente me pregunta ¿vos sos heterosexual? Mmm… ¿que carajos se contesta en esos momentos?, pero no paro ahí, me dijo –es que a mi me gusta hacer el amor con los pibes y sobre todo con los mexicanos- en la madre, ahora si que en la madre, ni me inmute porque el tipo se veía debilón y con un madrazo lo podía mandar de nalgas, me hubiera espantado si hubiera sido un negrote de dos metros bien mamado pero por fortuna este no era el caso, pero le dije que ya tenía novia y me inventé una historia, sin embargo, siguió proponiendo y me dijo que si me gustaban las chicas me podía mandar una a mi domicilio, según esto él tenía trabajando a 20 chicas y como le caí bien que me la mandaba con un descuento, este tipo si que me causó gracia, solo le dije que no, tampoco quería armar tanta bronca por un sujeto que en realidad no me estaba haciendo nada, ya por último me pidió que le tomara una foto y que se la mandara por correo, la foto la pondré pronto pero aún no estoy seguro de querer mandársela, en una de esas y me va a buscar hasta México jajaja, y seguramente de estas historias me pasarán muchas más, eso es lo bueno de viajar y conocer nuevas cosas, uno esta predispuesto a que le pase de todo y así poder contar nuevas cosas a la banda, esta será una buena historia en las borracheras que me esperan en casa, jajaja aún me causa risa… que putada.
Pues bien, aquí nos encontramos después de todo. He ensayado el como sería esta carta y ahora que me siento a escribirla la verdad es que no sé como cojones comenzar. Nunca me ha gustado eso de las despedidas pero parece que es lo que me persigue, la verdad es que esto representa un cambio y no nos gusta cambiar porque en el fondo sabemos que el cambio siempre duele. Creo que no es justo, lo justo sería que esta carta la escribiéramos todos, lo justo es que todos los que hemos formado parte de esta aventura pusiéramos una líneas pero que va, después de todo la vida no es justa y menos para nosotros. Sin embargo, me parece prudente decir que el triunfo nos corresponde a todos y digo triunfo porque finalmente hemos aprendido muchas cosas, unos de otros, y todo aprendizaje es un triunfo y en ese sentido la banda ha triunfado a pesar de los altibajos. Lo único que me queda es escribir unas palabras que honren el final de esta gira, aquí es donde terminamos por un momento para dedicarnos a otras cosas y para seguir aprendiendo de nuevos sucesos. La llamo gira porque yo me lo pienso como un concierto en el que hemos estado en diferentes lugares, en diferentes cosas pero siempre moviéndonos, girando. En esta gira la verdad es que ha habido de todo: peleas, accidentes, risas, reconciliaciones, viajes, éxitos indiscutibles, fracasos estrepitosos, buenas borracheras, risas, llantos, despedidas, bienvenidas, ganas de comernos al mundo y de que el mundo nos comiera, pero por encima de todo, lo que ha habido es mucho alcohol, rock, marihuana y UNIDAD. Eso no se puede negar, pese a todas las inclemencias e impedimentos que tuvimos hemos llegado a fabricar en algunos casos algo más que una simple amistad, hemos formado una “hermandad”, el sentimiento del carnalismo es lo que nos une y define y eso es lo bueno de todo, lo mejor y lo único. Creo que en ese andar nos hemos acercado a todos los estados de ánimo, hemos averiguado lo más que se puede de cada quien y hemos tomado lo que mejor nos sirve para crecer, pero solo digo creo, no estoy seguro y no puedo hablar por todos los que formamos esta cofradía pero el que hace lo que puede no está obligado a más.
Ya saben todos los que nos conocen que nunca nos han gustado las cosas a medias, no somos de los que se andan por las medias tintas, se nos facilitan las cosas cuando son directas que es como mejor saben, no nos gustan ni las avalanchas de flores ni los juicios de moralidad sobre nuestras personas ni sobre nadie. Lo que quiero decir es que siempre hemos buscado algo nuevo, lo que buscamos con nuestra unión es hacer lo que pensamos, hacer lo que nos venga en gana y claro está, sin dañar a los terceros, es hacer lo que queremos, hacer sin pensar en el que dirán ni en el cómo. Al menos en mi caso quiero subrayar que todos los que han andado cerca de mi han sido muy condescendientes y comprensivos, todo hay que decirlo. Por fortuna o por desgracia soy un tipo de buena memoria, no me olvidaré de cada mano que me ayudó a levantarme cuando todo se iba a la mierda, no olvidaré cada minuto de su tiempo invertido en mi y en mis bajones existenciales, no se olvida cada trago compartido en aquellas noches de insomnio renegado, eso no se va a olvidar. A los detractores y enemigos no les daré el gusto de dedicarles ni una línea.
Y bien, ahora tengo que poner unas líneas de despedida. Vaya, no sé, que difícil es esto carajo.
Creo que debo comenzar por decir lo que ha pasado en estos últimos años, los últimos cuatro o cinco para ser exactos. No hemos parado de rolar para fabricar buenos momentos, cosas chidas que es de lo que se trata esta pinche vida. Todo el santo día. Todos los putos días. Uno tras otro y tras otro, sin descanso. Pero creo que al final hemos tenido resultados más que aceptables. Creo que en casi todos los momentos que creamos conseguimos lo que queríamos, ahora que veo un poco hacia atrás miro muchas cosas, esos últimos años en los que está encerrada nuestra vida. Miro muchas caras, muchas risas, algunas lágrimas, abrazos sinceros, muchísimos amigos (más que enemigos por suerte) más de cien besos, muchas fotos para el recuerdo, videos inolvidables, demasiadas confesiones, un sin número de borracheras compartidas, viajes para la posteridad y porritos para todos... no sé, me estoy poniendo nostálgico (y como no se me da) así que voy acabando esto. Les mentiría si les digo que volveremos en breve y que este año o el próximo se repetirán todas las cosas vividas, ya saben, esas cosas que se dicen. La verdad es que no tengo idea de que se viene, solo sé que me las tendré que arreglar yo solo de ahora en adelante y es lo único que tengo claro, sólo una idea. Una. Y con una idea pues ustedes me dirán. Lo mejor que se me ocurre para estos momentos de despedidas es que nos ocupemos en otras cosas, es lo que haré, me iré buscando cosas nuevas de la vida y después de un tiempo espero llegar con ustedes y con la nueva propuesta, pero esta vez a mi ritmo. Con esto no quiero decir que las veces anteriores me haya presionado algo o alguien, que no ha sido así. Solo creo que siempre me tomé tan en serio lo que estaba haciendo que esa urgencia me ha impedido muchas veces disfrutar tanto como los veía a ustedes hacerlo. Así que he tomado la decisión, la dura decisión de desaparecer de la escena de la vida por una temporada. ¿tres meses? ¿un año? ¿dos? ¿siete?. Ni puta idea. Las cosas y las vivencias que vaya teniendo me lo dirán. Pero me comprometo a que si alguna vez vuelvo a ser el de antes o algo mejor a lo que soy ahora regresaré con ustedes para compartirlo. Pero no sé cuando. Sin embargo, juro por mis muertos que si nunca lo llego a hacer, si nunca más nos volvemos a ver, no será por desidia o abandono, será por el respeto tan absoluto que les tengo a todos y cada uno de ustedes, el respeto a lo que hemos formado y el cariño a lo que tenemos entre nosotros. Y como no me gustan ni las medias tintas ni los medios tintos, pues aprovecho para despedirme. Sólo por si acaso, les digo con la mano en el pecho: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Chema: que te puedo decir carnal, ya todo lo sabes. Solo quiero agradecerte todas las cosas que me has enseñado, gran culpa tienes de impregnarme de este espíritu de viajero feliz, recuerda que tenemos un viaje por hacer hermano merengue. Gracias por esas noches de musikita y porritos, la pipa de la bruja no olvida esos viernes de hermandad y los kalimochos no olvidan los buenos tragos, volveremos a brindar con una guinness haciendo el aguante en los conciertos, LFC es nuestra religión y el fucho es nuestra locura. Ya sabes lo que te quiero cabrón. Recuerda: vamooooossss carajjjjoooooo!!!
Chino: otro cabrón de puta madre eh. Carnal mío, se me van las palabras. Te espero en la tierra de los ches o en cualquier otro rincón de la planeta trampa. Gracias por ser mi confidente, mi amigo, mi hermano. Gracias por aguantarme en las borracheras y por todos los momentos inolvidables con la banda. Después de todo sólo nos tenemos a nosotros y así será, yo te hago el aguante y tu me haces el aguante, improvisando que es lo único que hacemos bien. No te dejes de nadie carnalito, sabes que te quiero un chingo y no me gusta verte en el bajón, aún hay que terminar nuestros tantos proyectos que tenemos y brindar con tantas chelas que nos quedan por delante. Eres un cabrón, no lo olvides que el concepto es lo importante.
Abuelo: se me va la vida hablando con usted. Chale hermano, lo voy a extrañar y porque no decirlo, se me soltarán algunas lágrimas por allá acordándome de sus enseñanzas pero que se le va a hacer, así resultaron las cosas y hay que aceptar todas las visiones. Cuídate mucho compadre, te agradezco todos tus comentarios y sobre todo la sinceridad con que me dices las cosas. Aguante los tucanes y el untouchable, aguante los norteños y el INTERPOL, aguante el tonaya y tu sabiduría disfrazada de pantuflerismo, un abrazo enorme para ti hermano. Yo también extrañaré nuestras conversaciones. Échale primooo.
Nabo: carajo contigo cabrón, como te voy a extrañar no sabes eh. Has estado en los momentos importantes y eso es algo de mucho peso, seguiré esperando mi libro del primo. Pero lo que más espero es que publiques un libro con la poesía urbana que te caracteriza, ¿dónde voy a escuchar tan bellas composiciones como las tuyas? Carnal, sabes que somos del barrio y por eso te tengo un chingo de aprecio... pero no mames, lo del doctor ya fue demasiado. Gracias por ser siempre el artista que tiene en una botella las respuestas, gracias por ser tan alegre y por enseñarme que no hay mas lío en la vida que el que nosotros nos pongamos. Aguante la literatura y el arte en general hermano. Cuídate.
Ursula: cómo decirte cómo contarte. Pues no me queda más que agradecerte por todo, han pasado muchos años y muchas cosas vividas, usted y yo ya estamos más allá y eso es chido. Has estado en los momentos clave de mi vida y eso es algo que hay que agradecer, no todos los días te encuentras con la gente adecuada, no todos los días te encuentras a un tipo pintando avioncitos en la pared ¿quién nos hubiera dicho que todo esto pasaría? Pero algo si te aseguro, estás conmigo en este viaje y de aquí hasta el final, hasta la última chela en el cordón de la vereda.
Di: chales, creo que ya no hay nada que decirte, el trabajo ya está hecho y costó mucho trabajo. No creo haberte enseñado nada, lo cierto es que todo lo tenías y solo era cosa de darte un empujón y sacar a esa persona que te gusta ser por momentos. Miento si digo que no te extrañaré, cada plática, cada comidita en las bugas, cada tarde de tostadas, tantas caminatas vespertinas no sé, la verdad es que son muchas cosas y todas me las llevo. Tendremos que conocernos nuevamente a mi regreso como bien dices y prometo pagarte la cena y el desayuno que tengo pendientes. Gracias por cada tarde en el cafecito (muy bueno eh) y sobre todo, gracias por hacerme el aguante en tantas ocasiones, no me refiero solo al trago, más bien me refiero al aguante en mi forma de ser, quizá no soy el mejor ejemplo de vida pero tu nunca te alejaste y estuviste ahí siempre que necesité de alguien, y eso te aseguro, no se va a olvidar. Eres la neta del planeta, no permitas que nadie te convenza de lo contrario.
Eli: mi amiga, mi confidente, carnala mía. No nos vemos mucho pero estamos juntos en los momentos importantes y eso tiene mucho valor para mi. Sabes lo mucho que te quiero y lo mucho que te quiere la banda, eres parte de ella y lo sabes. Te recordaré en los conciertitos, en las chelas argentinas, en todo momento que vea mi pulsera (me gustó un chingo eh) la neta es que siempre estás con el detallazo. Te recordaré siempre y espero estar aquí pa tu cumple pero si no lo logro yo brindo por vos desde dónde me encuentre, aguanteeee la bersuit carajo, aguanteee los pericos y aguanteee la banda a pesar de todo, no lo olvides, eres parte de nosotros y parte de mi, chido por todo lo que me has dado, salud!!!
Piojosa: cómo te quiero condenadota. Lo cierto es que sin tu ayuda esto no hubiera sido tan bueno, hubiera sido más difícil. Gracias por tantas pero tantas cosas chidas, por tus chistes malos, por tus ideas medio safadonas, por ser tan locochona, por quererme, por esos besos que me hacen temblar hasta las orejitas. Eres mi hada favorita, por tus orejitas punteagudas y pequeñas (aahh ya no sea payaso) la cosa es que te voy a extrañar un chingo pero bueno, usted ya se fue a Francia y ahora me toca a mi. Aaayyy chaparrita cuerpodiuva cinturita de gallina, extrañaré tus comidas pero bueno, me haces una cuando regrese. Neta no sé que más puedo escribirte porque ya lo sabes todo, no hay palabras para estos momentos, pero encuentro un te quiero sincero y muchos tintos que aún nos quedan por compartir. Seguiremos en contacto y trataré de traerte tu encargo pero ya sabes, no aseguro que ese encargo se quiera venir. Pero si tu no le pierdes eh, donde te posas ahí prendes fuego. Te diiiiiigo.
Sanfe: carnal. Ya no nos pudimos ver en estos días pero sabes que somos la bandota, aguanteeeeeee con independiente y con las chivas, nos están dando en la madre pero no hay lío, se tiene que poder ya verás. ¿hace cuánto nos conocemos gordito? Es mucho tiempo, desde los días de albures en el Instituto, los entrenamientos con el gaznapán, fuiste el primero en hacerme la plática, en acercarte y desde entonces aquí estamos, pasando cosas bien chidas, cosas que no cambio por nada. Gracias por todo tu apoyo ijin, sabes que te quiero un chingo, a ti y a tu family aunque al tío Ramón le haya fallado. Más es por un momento, un simple momento de lejanía porque cuando regrese ya seguiremos metiéndole al fucho, a las chelas y a las pláticas, prometo remeras y fotos, disquitos y más. Un abrazo enorme che y suerte en todo.
Alex papas: el tercero de los mosqueteros. Igualmente ya no te pude ver pero sé que siempre estás ahí, al pendiente de lo que hago. La neta es que me has echado un chingo la mano, me das tu apoyo y aunque a veces tenemos diferencias sabemos que somos hermanos. Quiero agradecerte el que seas mi cuate, mi carnal y que siempre hayas estado ahí en los momentos difíciles, en las buenas y en las malas mi querido wolf. Te quiero un chingo y te extrañaré más, ya regresaré y platicaremos de tus pantuflerías y tus nuevas conquistas, recuerda, no aflojes ni con llave de tuercas eh, deja de ver cine maletón y póngase las pilas en la chamba, en lo que te gusta hacer. Forzaaaaaaa carnal!!!
Pues bueno, no he podido poner palabras para todos, lo cierto es que ya son demasiados los sentimientos que me invaden y se me dificulta el seguir escribiendo, además sería difícil enlistar a todos por aquí pero saben que los llevo en el corazón. Y bueno, no hace falta que lo diga pero saben que los extrañaré y neta, gracias por hacerme una parte importante dentro de la vida de cada quien, eso es algo invaluable y que me da mucho para seguir adelante. Y emulando al buen vicentico: “muchas pero muchas gracias amiguitos, esto ha sido demasiado, demasiado de verdad” Y venga, a preparar todo que en unas horas me retiro señores, hasta siempre y adelante.
Escrito en la última noche de insomnio, la última noche aquí, en la última noche del final y en los primeros instantes del resto de mi nueva vida. Giallo. Lunes 19 de septiembre del 2005. Chau locos.
Entonces me siento a pensar en lo que sigue, ¿qué sigue? ¿sigue algo en realidad? ¿qué tan solo debe sentirse alguien como para entrar en la red en busca de compañía?. Me veo en una imagen dantesca, fortuita. Estoy en el espejo, me miro por unos segundos, detenidamente me estudio; -sonríe idiota, es sólo una broma, sonríe- y me regalo una sonrisa, una mueca desfigurada que intenta ser sonrisa porque ya no hay a quien sonreírle. Para colmo de males en la radio suena un concierto de Guns and Roses, la pinche voz nostálgica de Axel me trae viejas memorias y recuerdo porque regalé ese disco, para no escucharlo más y sin embargo, aquí está, en la radio. Empieza la tonadita inconfundible de Sweet Child, esa guitarra que ha marcado a generaciones enteras, que me ha marcado en una noche que ya no quiero recordar, es un buen momento para sacar la botella, una vez más solos, la botella y yo. Por si fuera poco empieza a llover, entonces me siento en la ventana y miro las gotas estrellarse con el pavimento ennegrecido por la noche, eso siempre me va a gustar de mi calle, está tan sola por las noche que podría jurar que llora su soledad, solo la luz de los postes reflejada en el suelo, se forman grietas con las sombras y las luces amarillas delimitadas por paredes de casas que han estado allí desde que yo recuerdo. Voy por el segundo trago, no bebo para emborracharme, esta vez lo hago para conciliar el sueño pero parece ya no tener resultado, el tequila se acaba y solo hay una botella de whisky, pero esperemos a que se acabe el tequila. Mientras se me viene una preocupación aún mayor, solo estoy a pocos días de distancia y en vez de emocionarme me preocupa, Diana dice que estos días llegan sin avisar y en eso le doy la razón, creo que lo esperaba tanto que llegó sin avisar, llegó antes de que me llegara el mismo sentimiento, antes de que me pudiera sentir diferente y creo que aún no me hago a la idea, es extraño, me dan más ganas de gritar y de componer al mundo en un solo grito. Sigo esperando a que pase algo pero nada, y que iba a pasar si todo el mundo tiene cosas que hacer menos yo, en este día y a estas horas los bares están repletos, llenos de personas con algo que compartir, grupos de amigos, parejas impenetrables. Los hoteles también están llenos y por momentos extraño mi antigua vida de excesos, mi vida de promiscuo, no había fin de semana en que no tuviera algo que hacer, algo que contar, alguien con quien salir a echar la chela de la paz, ¿en qué jodido momento se complicó todo? ¿en qué minuto se fueron todos? ¿dónde están? ¿dónde estoy?. Ha dejado de llover, sólo quedó un ambiente húmedo y frío, descansado, despreocupado pero igualmente solo. Hay cosas que no se pueden escribir, eso me lo dijo una persona muy querida, a veces las palabras no son suficientes y por eso me refiero a las ganas de gritar, un grito es la explosión de varios sentimientos comprimidos en cúmulos de lo que sea, dejarlo salir, esa es la técnica de todo. Cuando escribir ya no es suficiente lo único que queda es gritar. Ya no hay tequila, tomaré el whisky y quien sabe, después de unos tragos y de seguir haciendo nada quizá suba a gritar en mi azotea.
Gritar no soluciona nada, pero se logra una paz interna indescriptible.
y al final, solo quedo el sonido intermitente de una soledad burlona...
"Give me the reason of life, so that I might laugh...
Stop the waiting, the cruel waiting for nothing"
-Anna Varney-
Siempre ha pensado que su peor enemigo es el teléfono y más cuando está borracho. El teléfono es lo peor que un hombre ebrio puede usar en altas horas de la noche, Rubén siempre lo ha dicho y sin embargo, él lo utiliza solo cuando el alcohol le da el valor para hacer una llamada que ya no tiene caso, una llamada perdida. El teléfono en cualquiera de sus modalidades es lo primero que él busca cuando el alcohol le ha proporcionado un último trago de nostalgia y auto compasión, cualquiera que encuentre en su camino: ya sea el celular, el inalámbrico o el que está pegado a un lado del marco de la pared de la cocina. Lo peor del caso es que las llamadas siempre resultan escalofriantes para quien las contesta, nadie llama en la madrugada a menos que sea una emergencia y comprendo que las emergencias nocturnas nunca traen consigo buenas noticias. Para Rubén siempre son gozosas, no es muy difícil imaginárselo. Rubén entra a su casa, ya es muy tarde y con trabajos puede abrir el cerrojo, al instante se abre una puerta ruidosa y necesitada de un poco de aceite en las bisagras. Todo el mundo está dormido. Está en una transición de sueño esquina con borrachez y los recuerdos lo asaltan, lo acechan cual lobos tras un cordero. Es viernes y ha estado bebiendo desde la comida, se le antoja la caminera dentro de su casa, postrado en la “tranquilidad” de su estado somnoliento y bizarro, derrotista por completo se sirve el último tequila de la noche o el primero de la madrugada. Derrama parte del trago sobre la barra y por casi nada lo tira con todo y caballito, por suerte alcanza a llevárselo a la boca. Inclina la cabeza, cierra los ojos y hasta el fondo, sin preguntas, sin tapujos, solo es un trago. Siente como le va quemando la garganta, se va abriendo paso por aquella oquedad desgastada hasta que siente el golpe al fondo del estómago. Solo en ese momento descansa su brazo sobre la barra, pone la cabeza en su lugar y abre los ojos lentamente, dentro de la oscuridad lo único que existe frente a Rubén es el teléfono, ahí está, parece que lo ha estado esperando desde antes de que abriera la puerta, desde antes de beber el último trago, desde siempre. Despliega una sonrisa de oreja a oreja, se sabe maestro en el arte de beber y por nada del mundo hubiera desperdiciado esa última dosis de alcohol. Trastabilla mientras aquel trago sube de su estómago hasta su corazón enamorado. Frágil y enamorado. Entonces piensa, voltea a ver el caballito y después el teléfono, ¿será buena idea? No lo piensa más. Es un buen momento para llamarle a aquella mujer.
Comienza con Sara. Saca su vieja agenda y busca su número. Hace años que no la ve ni sabe de ella, pero eso no importa cuando le viene el recuerdo de que alguna noche hicieron ciertas travesuras en un hotel de Tlalpan y también en su viejo Chevrolet mientras el manejaba. Se juraron amor eterno. Por fin encuentra el número, lo mira por unos segundos y dentro de su estado etílico se da cuenta de que ni siquiera es de México, el número corresponde a Chiapas, San Cristóbal para ser exactos. Pero que importa, estos momentos no se presentan a menudo y se dispone a marcar. Se tardan en contestar... tuuuuu, tuuuu sabe que es muy noche y más cuando la gente de provincia tiende a acostarse más temprano que los de la ciudad. ¿bueno? Contesta una voz adormecida, Rubén reconoce aquella voz, la misma voz que le hacía perder el habla. Ya no hay marcha atrás, Rubén se ve obligado a contestar y comienza muy decente, le pregunta por su salud, por su familia -¿cuántos hijos tienes ya, uno, dos?- Sara lo escucha salpicada de paciencia y de forma gentil le pregunta por su trabajo, por su carrera, por su vida; de pronto él ya no puede más, pierde la cordura y las ancias lo carcomen, una explosión interna se apodera de su alma y sale por su boca en forma de palabras incontenibles, de dudas sin respuestas, de ideas incoherentes y dignas de un borracho: -siempre te adoré, tu lo sabes, nunca te dejaré de querer- simplemente estas declaraciones provocan que le digan -estás borracho- e inmediatamente cuelgan la bocina.
Obstinado busca entonces el teléfono de Patricia. Fueron compañeros de trabajo, esto solo a los ojos de todos, los viernes Rubén la esperaba en el bar de Sanborns, se tomaban unas copas, se iban a bailar y de ahí a revolcarse en cualquier hotel de paso, todo iba muy bien hasta que entró un nuevo jefe. La química fue inmediata, ella le gustó, él le gustó a ella y Rubén pasó a un segundo plano, se acabaron esos viernes de gloria y no le quedaba más que brindar en el Sanborns con su silla vacía. Rubén recuerda que la última vez que se vieron no fue de lo más agradable, ella lo mandó a la chingada. Le decía palabras cariñosas, -tu eres el único hombre que me ha marcado, jamás olvides eso- mientras se desvestía para él por última vez. En esos momentos solo le pasaba una pregunta por la cabeza, ¿cómo una mujer puede ser tan despiadada, tan fría, tan cruel? Pero en esos momentos no hay tiempo para respuestas, en ese momento solo queda gozar cada poro, cada centímetro de aquella piel, cada cabello, cada suspiro, cada gota de sudor empalmada en la lucha de dos cuerpos por mostrar un sentimiento efímero y egoísta. Marcó pues el número y esperó pacientemente. El teléfono timbró mas de cinco veces. Contestaron. Era la voz de un hombre, Rubén reconoció esa voz al instante, era su antiguo jefe. ¿quién es? Escuchó del otro lado de la línea. Rubén se quedó callado, espero unos segundos escuchando la respiración de aquella voz, podía sentir el tufo. Hola, respondió, ¿te acuerdas de mi? Nomás quería saber si seguías siendo el mismo hijo de puta que siempre has sido, -¿quién habla?, cállate... pinche maricón de mierda. Y cuelga. ¿y si tiene identificador de llamadas?, a la chingada, ya es muy tarde. Se toma otro trago.
Hace otro intento, toma su agenda del suelo y encuentra el número de Irene. Esa figura femenina, ese mar de tolerancia montada en un par de piernas perfectamente delimitadas, un hombre no puede pedir mejores piernas que esas. Con toda seguridad está con su hijo, no hay de otra. Rubén recuerda que la misión de Irene era ser madre. Anduvieron juntos por un tiempo aunque se conocieron de una forma muy extraña, pero finalmente todo acabó en donde acaban ese tipo de relaciones espontáneas, un beso en algún callejón. Sobra decir que también se juraron amor eterno... y a él le gustó otra mujer, no cabe duda que también nosotros los hombres somos una mierda. Entonces se fueron a Tepoztlán, pasaron el fin de semana en un hotel bonito y nada caro y justo el último día él hizo su movimiento, era el mejor escenario para una ruptura definitiva. Aún con ella recostada sobre su pecho Rubén le dio la noticia, ella lloró, se humilló, rogó naturalmente pero no terminó ahí, ella lo amenazo diciéndole que si la dejaba tendría un hijo del primer cabrón que se le cruzara, esas palabras tomaron significado nueve meses después de aquel encuentro. Pero tampoco terminaron las cosas ahí. Pasaron siete años y en el Inter ellos se siguieron viendo, eso pasa cuando no se sabe estar solo, lo único que se puede hacer es medianamente iluminarse la vida con el engaño de una pareja pasada, un mutuo acuerdo que nunca se acordó pero que ambas partes saben que existe y que ahí está. Rubén la esperaba a la salida de su trabajo, se aventaban unos tragos y se iban a la cama. A menudo Irene llamaba a su mamá para encargarle a su hijo. Marcó el número y esperó, esperó y siguió esperando. Contestó la madre –mi hija ya no vive aquí, se encontró a alguien que si la quiere y se fue con él, no se moleste en volver a llamar- tu tu tu tu... fue lo único que quedó del otro lado de la línea telefónica. La voz de la justicia, o de la injusticia dependiendo de cómo se quiera ver.
Colgó y de repente se acordó de ella. Nunca me ha querido decir su nombre, él nunca habla de ella pero yo sé que es el amor de su vida. Todo hombre común siempre tiene a una mujer viviendo en lo más recóndito de su corazón y de su mente, por tanto, no le gusta que se la recuerden y tampoco le gusta evocarla, ante los demás él siempre la recordó con desprecio, pero yo sé que aún la ama y que es la única a la que recuerda con un verdadero cariño, lo veo en sus ojos, él lo sabe y yo lo sé pero ambos sabemos que a veces es mejor dejar las cosas como están. Aún en la inconciencia del alcohol la recuerda, ella nunca supo sus motivos pero supongo que así tenían que terminar, después de todo así es como terminan las grandes historias, cada parte tiene sus argumentos y ambos son válidos. De pura casualidad tiene su teléfono, lo busca desesperadamente y lo encuentra, él sabe que en este momento puede llamarle, tiene la valentía de enfrentar cualquier cosa, toma la bocina, marca el número, comienza a llamar, apenas dos veces timbró el teléfono cuando oye la puerta de la recámara. Es su mujer. ¿con quién hablas a esta hora? Mira como estás, eres un borracho y todavía te pones a hablar por teléfono, mejor ya vete a dormir y deja de molestar a la gente.
Desde que su mujer salió tuvo que colgar, ya no escuchó su voz. Tal vez tenga razón, o quizá agradece que no lo descubrió. Ya en la próxima borrachera le marcará... si es que se acuerda de ella.
Cuando ocurren esas noches, lo mejor es dormir eternamente.
Nota: léase bajo su propia responsabilidad, si eres mujer mejor no leas esto ya que puedes resultar ofendida, que conste que yo lo advertí.
Después de tanto conocimiento y de tantos golpes mortales a mi integridad, me atreví a abrir mi cuaderno de revelaciones y hacer un compilado de pequeños aforismos que le pueden servir a alguien, a mi me sirvieron en su momento. Con esto no quiero decir que todo lo que pienso sea cierto, solo digo que la mayoría de estas revelaciones tienden a ser correctas. En fin, veamos pues:
1.¿cómo saber que esa es la mujer que has estado esperando toda tu vida? Muy simple, no hay modo de saberlo pues esa mujer no existe.
2.El único modo de que una mujer pueda retener a un hombre es que le guste coger de a perrito. No siempre se cumple.
3.Las mujeres nos proporcionan un gran vacío existencial sin el cual los hombres no podríamos vivir.
4.La misión de toda madre es castrar a sus hijos.
5.Si de las mujeres dependiera, solo le abrirían las piernas una sola vez a su hombre.
6.Aléjate de las mujeres a las que no les huela el coño. Esas mujeres están enamoradas de sí mismas y son peligrosas. Está comprobado.
7.Comparte todo con las mujeres, excepto tu vida y tu conocimiento.
8.Compartir el conocimiento con una mujer es como trazar rayas en el agua. Es importante tener cultura en un primer momento, eso es un punto a favor para conquistar a alguna, sin embargo, al final de cuentas nuestra cultura y conocimiento les importa un bledo.
9.Lo único que podemos obtener de una mujer, a lo mucho, es su ropa interior como trofeo. Porque ni nuestros hijos sabemos si son nuestros.
10.Lo ideal sería cortar un mechón de bello vaginal de tu mujer y olerlo cuando uno siente que la paciencia se agota y que se está a punto de mandarla al diablo. Ese es el único modo de justificar la docilidad propia y en cierta medida se evitarían tantos problemas de pareja con ese simple acto.
11.Las mujeres siempre están en una metamorfosis constante. Las más arrojadas se tornan conservadoras; las bellas, atroces. Todo con tal de hacerte sentir equivocado y confuso pues la mejor manera de retener a un hombre es mantenerlo confundido.
12.Basta con que una mujer te mire a los ojos por una vez. Ahí se termina tu carrera ligatoria y libertina.
13.El tamaño de tu boca debe abarcar el pezón de tu mujer, puesto que dentro de la boca el pezón crece.
14.Desconfía de una mujer si evita que la beses en la boca. Recuerda que solo las putas no besan en la boca.
15.entrégate con todo a una mujer. De cualquier modo, trade o temprano te abandonará.
16.Llórate solo, pero no amargado.
17.Es mentira que a las mujeres les gustan los poemas de amor, lo que les encanta es ver al hombre arrodillado.
18.Por muy amorosa que se muestre una mujer, aléjate de ella si su madre es una arpía; así será la hija.
19.no hay mujer alguna que se conserve dulce, tómala bajo tu propio riesgo.
20.una mujer te busca porque eres débil.
21.Abre las cortinas cuando tengas sexo con una mujer, de cualquier forma, la mayoría de las veces ella no está contigo.
22.Si no tienes pulmones amplios no fumes puro. Si no estás dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias, no mires a la mujer de tu amigo.
23.Los hombres pertenecen a la ficción. Los débiles escriben. O leen.
24.Las mujeres son inclementes. Piénsalo dos veces antes de marcar su teléfono. Después no hay marcha atrás. Piénsalo tres veces si aún eres libre.
25.no se te ocurra leerle o mostrarle estos aforismos a una mujer. Te someterá para mostrarte que están equivocados, o mejor aún, para mostrarte que ella tiene la razón.
Será mejor que esto quede entre nosotros, los hombres desprovistos de una alegría instantánea, esto es más dedicado a todos aquellos que ven en una mujer algo más que una mera figura femenina y bella. Es para quienes adoran a una mujer más allá de los límites humanos y por tanto, pretenden disfrutar de ese sentimiento tan extraño llamado amor sin la problemática que contrae una relación humana y mortal.
buscando la llave del cielo mientras escucho esta cancion.
En este momento esta rola es una de las que me describe más, carajo, cada día son más tristes las canciones del viejo Sabina. Si alguien lo ve, por favor dígale que es un cabrón y denle un abrazo de mi parte.
Tan joven y tan viejo. Joaquín Sabina.
Lo primero que quise fue marcharme bien lejos; en el álbum de cromos de la resignación pegábamos los niños que odiaban los espejos guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York. Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida le pedí que a su antojo dispusiera de mí, ella me dió las llaves de la ciudad prohibida yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí. Así crecí volando y volé tan deprisa que hasta mi propia sombra de vista me perdió, para borrar mis huellas destrocé mi camisa, confundí con estrellas las luces de neón. Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos, sobre el banco de un parque dormí como un lirón; por decir lo que pienso sin pensar lo que digo más de un beso me dieron (y más de un bofetón). Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna, lo que sé del pecado lo tuve que buscar como un ladrón debajo de la falda de alguna de cuyo nombre ahora no me quiero acordar. Así que, de momento, nada de adiós muchachos, me duermo en los entierros de mi generación; cada noche me invento, todavía me emborracho; tan joven y tan viejo, like a rolling stone. septiembre 2005. Giallo a unos días del fin del mundo.
Aunque creo que nunca me llegaré a conocer por completo supongo que soy una persona sencilla, siempre le ando buscando el lado humano a las cosas aunque hay personas que creen que soy hermético, me gusta mantenerme a la expectativa de todo, creo que la vida es una aventura y no me gustaría vivirla siguiendo un mapa, mi filosofía es que en la vida te tienes que divertir, lucho a cada día por ser una persona auténtica, algunas de mis grandes fallas es que soy un orgulloso declarado y por demás rencoroso, no olvido fácilmente. Me encanta la libertad y soy amante de los momentos elaborados gracias a la virtud de una cerveza, soy algo extremista, aprendiz de todo y víctima del entorno, antihéroe despeinado y siempre con ojos de taciturno aunque sean las seis de la tarde, defensor de las causas perdidas e insaciable buscador de un mundo perfecto aunque sé que nunca he de encontrar, pensándolo bien creo que soy una persona muy compleja pero entretenida... si, creo que así soy.
